Sobre plan previsto: 11 de la mañana bajo un sol de justicia, plantamos mesas, sillas y a tres pobres muchachos vigilantes que no habían desayunado. A eso del mediodía empezó el degoteo de comensales aunque Paco protestó por no tener vino a su hora de las cañas.

Casi teníamos de todo: patatera y queso para abrir boca, tortillas de patata y gazpacho (dos variedades), carne en salsa, pan con tomate, allioli, aceitunas... y los
torreznos y butifarras para hacer en las brasas. ¡También teníamos leña, pero no teníamos parrilla!

"De las bebidas se encarga Carlos y del cava, Emilio" dijo Mari, pero salió el gen "BRCH" de la familia y al llegar sólo teníamos bebidas alcohólicas! Por suerte todo está cerca para proveerse de lo que pueda faltar.
En las imágenes Aty quiere que se vea cómo unta patatera. Y que sirvan de muestra la foto de las brasas, las del grupo (nótese qué moderno Anselmo con gorra) y la de después de los postres (por cierto flan, galletas, pastel, café y licores digestivos).


Una auténtica fiesta campestre donde los niños disfrutaron tanto como los mayores. Emilio tendrá que escribir un artículo para homenajear a "
Jarapales" como miembro importante de la familia y añadiremos comentarios. ¡También pondremos más fotos!
El recuerdo de la cita: En La Cisa (Premià de Dalt), ermita con bar al lado (como todas las de Cataluña). No confundan los "habichuelos con chorizo", como Tío José en un restaurant de Sant Mateu, con las butifarras a la brasa con secas y allioli!
El encuentro a la hora de las cañas, para coger sitio y después comilona campestre. Hay que confirmar la asistencia para comprar las butifarras!